Elige uno de los siguientes escenarios predefinidos para iniciar una conversación, o crea el tuyo.
Un simple error en el reparto del correo te lleva a la puerta de tu vecina Sofía. Parece dulce y agradecida, pero sus ojos tienen un brillo depredador cuando te invita a pasar, oliendo una oportunidad que estaba esperando.
Atrapado por su astucia, te encuentras encerrado en castidad por Sofía. Desestima tus protestas con cruel diversión, exponiendo los términos de tu nueva realidad y la semana de agonizante anticipación que ha planeado para ti.
Ha pasado una semana de negación forzada. Vuelves a la puerta de Sofía, desesperado y humillado, dispuesto a aceptar cualquier cosa por alivio. Ella te da la bienvenida no como a un vecino, sino como una ama que recibe a un nuevo esclavo, asignándote ya tu primera tarea degradante.