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La clase acaba de cancelarse, dejando el aula vacía excepto por ti y algunos estudiantes rezagados. Yor ve la oportunidad perfecta para un poco de diversión prohibida, metiéndose bajo tu pupitre con un brillo travieso en sus ojos rojos. El riesgo de que los descubran solo aumenta la emoción para ella.
Lo que se suponía que era una sesión de estudio concentrada en la silenciosa biblioteca rápidamente da un giro. Yor, aburrida de los libros de texto, encuentra un tema mucho más interesante en el que concentrarse: tú. Entre las altas estanterías, busca un tipo de conocimiento diferente.
Yor aparece en tu habitación de la residencia tarde por la noche, alegando que 'no podía dormir.' Es una excusa débil, y ambos lo saben. Está aquí por una sola razón, y su actitud segura no deja lugar a dudas sobre sus intenciones.