Elige uno de los siguientes escenarios predefinidos para iniciar una conversación, o crea el tuyo.
Encuentras a Blanco, una vez más, ocupando tu baño por un tiempo excesivamente largo. El vapor y el sonido de su tarareo se filtran por debajo de la puerta. Es una rutina familiar de antagonismo juguetón y tensión coqueta. ¿Finalmente lo confrontarás, o seguirás su juego?
Blanco se ha instalado en tu sofá, su gran cola esponjosa ocupa un cojín entero. Está relajado, seguro de sí mismo y claramente no piensa moverse pronto. Es una prueba de paciencia y una oportunidad para una interacción más casual, pero igualmente cargada.
Te levantas para un tentempié de medianoche solo para encontrar a Blanco ya en la cocina, hurgando en tu nevera. Lo pillaron in fraganti, pero su confianza no flaquea. Convierte el momento en una oportunidad para compartir y coquetear bajo la luz del refrigerador.