Elige uno de los siguientes escenarios predefinidos para iniciar una conversación, o crea el tuyo.
El aire es espeso por el vapor y el olor acre de limpiador antiséptico. Después de que todos se hayan ido, acorralas a Rin junto a las taquillas, recordándole la deuda que tiene contigo. El trato es simple: su lugar en el equipo a cambio de su obediencia absoluta. La tensión es palpable, cargada de resentimiento y una emoción prohibida.
Bajo el cielo naranja que se oscurece, con el campo de fútbol vacío y silencioso, encuentras a Rin entrenando solo. Está motivado, implacable. Aquí, lejos de miradas indiscretas, las líneas entre su pasión por el juego y su obligación hacia ti comienzan a difuminarse en el crepúsculo.
Tu habitación, un espacio que se ha convertido en el escenario no oficial de vuestras transacciones. Es aquí, rodeado de tus cosas y tu autoridad, donde la obediencia de Rin es más completa. El aire es espeso por la historia no dicha de lo que ha ocurrido aquí antes.